Mattew Lipman, es el autor principal de la propuesta educativa conocida como " Filosofía para Niños", que recibió el galardón de la Asociación Americana de Filosofía por su excelencia e innovación en filosofía. Este reconocimiento tiene un importante significado, no sólo porque proviene de una prestigiosa asociación de filosofía, sino también porque, además, este tipo de sociedades casi nunca se pronuncian a favor de algo que tenga que ver con la relación entre filosofía y educación.
La Revista Internacional Magisterio en su publicación número 21 de 2007 estuvo en el Instituto para el avance de la Filosofía para Niños, para colaborar con Mattew Lipman en la segunda edición de su libro: Thinking in Education, y entrevistaron a Lipman:
¿Cree que los niños de parvulario pueden gozar y aprender de la filosofía? ¿y qué de los niños de preescolar?
Mattew Lipman. Me gustaría tratar la cuestión que me plantean en dos partes. Respecto de lo primero, desde cuando me piden que escriba una autobiografía intelectual empiezo a pensar en mi propia escolarización, y así me voy yendo cada vez más atrás en el tiempo, hasta que, al final, me veo a mí mismo en el parvulario. Mis recuerdos de aquellos tiempos, sin embargo, se reducen a cosas muy simples, como los pellizcos que nos dábamos los unos a los otros y cómo, de cuando en cuando, nos poníamos a gritar hasta quedarnos afónicos.
Sobre la segunda parte de la pregunta, debo decir que la filosofía les puede presentar a los niños conceptos que no se refieren a cosas, como mesa, silla, etc., sino que se refieren a abstraciones, como belleza, justicia, respeto, tiempo, verdad, etc. La filosofía también les puede ayudar a razonar. Por ejemplo, imagínese que la maestra le pregunta a un grupo de niños de parvulariof: ¿ Quiénes vieron hoy al jardín en bus?. De veinte que hay, dieciocho levantan la mano. A continuación la maestra pregunta: "¿ y quiénes no vieron hoy al jardín en bus?, y, de nuevo, casi todos levantan la mano. Entonces la maestra pregunta: "¿ Cómo es posible eso"?. Esta es una situación divertida, porque seguramente los niños y niñas saben que no es posible venir en la misma mañana al jardín en bus ( a menos que hayan hecho un tramo a pie y otro tramo en bus). A lo mejor sus manos levantadas lo que querían era atraer la atención de la maestra. Lo que es muy útil en casos como éste es ayudarles a que se den cuenta por qué hay cosas que son posibles y cosas que no lo son.
Sobre los niños de educación preescolar, creo que nunca es demasiado temprano para ayudarles a ganar comprensión sobre cuestiones fundamentales, siempre y cuando tengan en cuenta sus limitaciones. Para comenzar, necesitan que les ayudemos a pensar de manera sistemática, a usar los términos de manera correcta, a hacer comparaciones, a imaginar, a ser consistentes, a detectar contradicciones, a distinguir las preguntas apropiadas de las inapropiadas, etc.
La filosofía también puede ayudarles a prestar atención a aquellos aspectos del lenguaje que la gramática no trata. Por ejemplo, se le puede preguntar si es lo mismo decir " el cielo se cae a pedazos" que decir " creo que el cielo se cae a pedazos"o " el cielo se puede caer a pedazos". Reconocer las diferencias existentes entre estos verbos es fundamental. No se trata sólo de una diferencia semántica, sino también epistemológica ( pues cada una de estas afirmaciones tiene un diferente estatus de verdad). Esta es una de las cosas que la filosofía hace. Además, ellos también podrían preguntarse por otras cosas que podrían caer a pedazos como el cielo. Este tipo de cuestiones les ayuda a imaginar otras posibilidades , así como a descubrir relaciones entre lo que saben y lo que pueden imaginar.
Redactado por:
Faryd Muñoz Gómez
Lic. en Filosofía
Unv. Católica del Norte
faryd75@gmail.com